Ese aparato llamado GPS

Ese aparato llamado GPS
Texto y fotos por: Julián Antonio Gallardo Arbella.
En los ómnibus capitalinos, por un breve tiempo no ponían música durante la travesía de transportación de pasajeros; al parecer, las quejas que se gestaron por los mismos dieron motivo a tan extrema medida por la Dirección de Transporte de la Capital.
No es menos cierto que resulta extremadamente difícil asimilar determinadas melodías que el piloto del ómnibus expone durante el trayecto del viaje, además del volumen alto, contenido grotesco en el lenguaje, genero y conflictos lamentables interpasajeros.
Lo permitido para estos casos es la música instrumental ligera conocida a través de la Emisora Radio Enciclopedia, como estándar dentro de los medios auditivos.
Esta medida cierra un tanto el corto tiempo de duración de este pequeño flagelo acústico en un medio de transportación público de hacinamiento constante y de tan amplia variabilidad de personas con disímiles intereses en ese sentido propiamente dicho y preferencias; pero lo que si no queda dudas, que la única medida que aún esta sin ser implementada y cumplida con energía y cabalidad, es la referida a la irónica aparición de “ese aparato llamado GPS”.
Estos ómnibus tienen instalado la tecnología GPS, que significa, traducido al Español, Sistema de Posicionamiento Global, que no es otra cosa, que un sistema de control para la localización o ubicación de quien lo porte, en un plano o mapa digital vía satelital y que aplicado al transporte monitorea en tiempo real toda la trayectoria del vehiculo y las paradas que hace el ómnibus en dependencia de la ruta por la que transite.
¿Y dónde va la observación?
Los pilotos de estas naves urbanas, conocidas también como guaguas, no paran en la parada, o bien 60 metros antes de la misma ó 70 metros después de rebasarla, por lo que la puntualidad y eficacia de “ese aparato llamado GPS” no parece haber sido corregido a un punto específico para los cálculos de los ingenieros cubanos involucrados con esta novedosa técnica en este sector; tal vez el alto costo de esta tecnología imposibilite mantener este control y los chóferes, luego de disfrutar durante su trabajo de “recoger pasaje”, lo que hacen es rememorizar el viejo dibujo animado de la Liebre y el Lobo, (producción soviética), y su “Deja que te coja” o por otra parte (del filme francés de protagónico Pierre Richard) “Agárrame si puedes”, en resumen, el jodido pueblo sigue corriendo para transportarse en la guagua, luego de seguir aguantando al Sistema Político Cubano, sigue siendo maltratado por sus propios coterráneos en una lucha tecnológica y física por el deterioro de la personalidad ciudadana, la comprensión y la imagen social, la conciencia y la humanidad, así como el maltrato al respeto de su derecho ciudadano,
“Al ciudadano le corresponde la función de evitar que el gobierno caiga en el error” -Robert H. Jackson, Juez Adjunto de la corte Suprema de los EE.UU. American Communications Association vs. Douds, 1950.
Compartimos la esperanza de que dentro de medio siglo, cuando nuestros hijos y nietos miren hacia atrás a los esfuerzos de nuestros tiempos, digan que hemos actuado con decisión, que hemos combinado la compasión con la determinación, -que amamos la justicia-, que pasamos la prueba de la libertad y que les legamos un hemisferio rico en logros, y unido en la construcción de un futuro”—Madeleine Albright, Ex -Secretaria de Estado de los Estados Unidos.
Hay en el Polo Sur un monumento erigido en memoria del expedicionario Ingles Scott. En ese monumento se ha esculpido un verso de Lord Tennyson, que reza así:
“¡Luchar y Buscar, encontrar y no rendirse!” -la emancipación.
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