Con derecho al cansancio
Por: Julián Antonio Gallardo Arbella.
Me recordaba estando dentro de la ruta de ómnibus P1, que va desde el punto de salida situado en la “Rosita” de San Francisco de Paula en San Miguel del Padrón (SMP), hasta Playa, cuando hace unos años atrás un funcionario del Consejo de la Administración Municipal (CAM) de SMP, dentro de un M7 (camión guagua de transporte urbano), llamados popularmente “Camellos” y que cubría la ruta desde el Cotorro hasta la Plaza de la Fraternidad, en la Habana Vieja; como este representante del Estado, que pocas veces subía a estos camiones de transporte de pasajeros en la Capital, se dedicó a contar la cantidad de personas mestizas y negras que viajaban en estos transportes…
-Veo un ligero forcejeo dentro aquel metrobus y pienso que la persona a la que hago referencia trataba de bajar, pero realmente lo que hacia era mantenerse dentro del mismo como un pasajero y no desabordar del camión que al parecer no le resultaba agradable. Precipitadamente logra llegar hasta las ventanillas del lateral opuesto a las puertas, donde yo me encontraba de píe, y creí que se desmayaría… Ya estaba a mí lado, cuando sofocado me comentó:
-“Por fin… ¡Conchooo!, llegué a la orilla… -Estamos rodeados y no es de agua”…
Luego de saludarme y referirme que se alegraba de ver una cara conocida en aquel fenomenal transporte, y de hecho un blanco, me confiesa su asombro por la cantidad de personas de tez negra y mestizos que había en la calle; y particularmente, dentro de lo que llamamos por aquellos tiempos “Camello”.
-Estoy sin carro hace más de una semana y no aguanto más. –me comenta extremadamente irritado. -Las caras de la gente son horribles… ¿De dónde sale tanta gente fea? – así a muy baja voz me murmura entre dientes este señor, quien prosigue hablando atónico dentro de aquello que al parecer no estaba acostumbrado a formar parte de su plan de trabajo diario.
-Bueno viejo, cógelo con calma que no es para tanto, -le expongo, esta es la lucha diaria del cubano y el trajín para ir a trabajar, -le comento muy animadamente, aunque el hombre no da crédito a lo que esta viviendo.
-“¡Qué lucha ni que cara!”, -me responde sin casi dejarme terminar.
-“¿De dónde salen tantos negros?, yo los cuento desde que estoy sin carro y tengo que subir a la cosa esta. Es como un castigo, porque para colmo, el carro que tengo asignado no tiene piezas de repuesto y esta roto desde que entro, y los viajes a la provincia, cuando no he podido coger una botella con alguien del CAM para acá, tengo que joderme en esto. Que aburrido estoy de todo esto…”
Corría el año 2005, las exigencias, las leyes de Lage, y todo el tira y jala de aquellos momentos le hacían daño a uno de los tantos, que como otros poseían determinadas comodidades en su vida laboral y particular a cambio de ocupar diversos cargos dentro de la dirección del Gobierno, organizaciones de masas y de dirección.
Para ser más explicito y poner uno de los múltiples ejemplos, no solo del caso en cuestión, sino de otros. El presidente de la Casa del Combatiente (CC), en su circunscripción era el Delegado y a la vez el representante a la Asamblea Nacional; por la CC le encomendaban otros cargos y debía asumir algunas exigencias en el municipio porque no contaban con personas, ni militancia para solventar las vacantes.
Muchos de estos casos eran y son conocidos por la población sanmiguelina, esta fue una época donde decidieron permitir que personas sin afiliación política favorable al Sistema, borrachos y hasta casos de cuidado, asumieran como delegados en poblados tales como, por mencionar alguno, San Francisco de Paula; alcohólicos, religiosos y otros, fueron elegidos sin celebrar asambleas y luego iban a la casa y les decían: -“tú eres el delegado”, -la persona quedaba sorprendida, -“ve hacerte las fotos temprano y prepara una autobiografía para que la entregues mañana en el CAM”; ¡pero eso es ya!”
Y así es, como esto ha ido funcionando.
“Al ciudadano le corresponde la función de evitar que el gobierno caiga en el error”
-Robert H. Jackson, Juez Adjunto de la corte Suprema de los EE.UU. American Communications Association vs. Douds, 1950.
Compartimos la esperanza de que dentro de medio siglo, cuando nuestros hijos y nietos miren hacia atrás a los esfuerzos de nuestros tiempos, digan que hemos actuado con decisión, que hemos combinado la compasión con la determinación, -que amamos la justicia-, que pasamos la prueba de la libertad y que les legamos un hemisferio rico en logros, y unido en la construcción de un futuro”—Madeleine Albright, Ex -Secretaria de Estado de los Estados Unidos.
Hay en el Polo Sur un monumento erigido en memoria del expedicionario Ingles Scott. En ese monumento se ha esculpido un verso de Lord Tennyson, que reza así:
“¡Luchar y Buscar, encontrar y no rendirse!” -la emancipación.
GESTOR CULTURAL
INDEPENDIENTE
Autor cognitivo: Julián Antonio Gallardo Arbella, juliangallardo.1962@yahoo.com
Calle D # 9 Apto. # 2 e/ 1ª y 2ª Rpto. California. San Miguel del Padrón.
Ciudad La Habana. Cuba. Zona postal # 10. Código postal 11000.
Editor opinión: Jorge Francisco Faire Nazco. San francisco # 121 e/ San Lázaro y Buenaventura. Lawton. Ciudad La Habana. Cuba.
Teléfono: 698-0247
www.dicernimientohumano.blogspot.com
Faifenazco.discernimiento.jorg@gmail.com
Por: Julián Antonio Gallardo Arbella.
Me recordaba estando dentro de la ruta de ómnibus P1, que va desde el punto de salida situado en la “Rosita” de San Francisco de Paula en San Miguel del Padrón (SMP), hasta Playa, cuando hace unos años atrás un funcionario del Consejo de la Administración Municipal (CAM) de SMP, dentro de un M7 (camión guagua de transporte urbano), llamados popularmente “Camellos” y que cubría la ruta desde el Cotorro hasta la Plaza de la Fraternidad, en la Habana Vieja; como este representante del Estado, que pocas veces subía a estos camiones de transporte de pasajeros en la Capital, se dedicó a contar la cantidad de personas mestizas y negras que viajaban en estos transportes…
-Veo un ligero forcejeo dentro aquel metrobus y pienso que la persona a la que hago referencia trataba de bajar, pero realmente lo que hacia era mantenerse dentro del mismo como un pasajero y no desabordar del camión que al parecer no le resultaba agradable. Precipitadamente logra llegar hasta las ventanillas del lateral opuesto a las puertas, donde yo me encontraba de píe, y creí que se desmayaría… Ya estaba a mí lado, cuando sofocado me comentó:
-“Por fin… ¡Conchooo!, llegué a la orilla… -Estamos rodeados y no es de agua”…
Luego de saludarme y referirme que se alegraba de ver una cara conocida en aquel fenomenal transporte, y de hecho un blanco, me confiesa su asombro por la cantidad de personas de tez negra y mestizos que había en la calle; y particularmente, dentro de lo que llamamos por aquellos tiempos “Camello”.
-Estoy sin carro hace más de una semana y no aguanto más. –me comenta extremadamente irritado. -Las caras de la gente son horribles… ¿De dónde sale tanta gente fea? – así a muy baja voz me murmura entre dientes este señor, quien prosigue hablando atónico dentro de aquello que al parecer no estaba acostumbrado a formar parte de su plan de trabajo diario.
-Bueno viejo, cógelo con calma que no es para tanto, -le expongo, esta es la lucha diaria del cubano y el trajín para ir a trabajar, -le comento muy animadamente, aunque el hombre no da crédito a lo que esta viviendo.
-“¡Qué lucha ni que cara!”, -me responde sin casi dejarme terminar.
-“¿De dónde salen tantos negros?, yo los cuento desde que estoy sin carro y tengo que subir a la cosa esta. Es como un castigo, porque para colmo, el carro que tengo asignado no tiene piezas de repuesto y esta roto desde que entro, y los viajes a la provincia, cuando no he podido coger una botella con alguien del CAM para acá, tengo que joderme en esto. Que aburrido estoy de todo esto…”
Corría el año 2005, las exigencias, las leyes de Lage, y todo el tira y jala de aquellos momentos le hacían daño a uno de los tantos, que como otros poseían determinadas comodidades en su vida laboral y particular a cambio de ocupar diversos cargos dentro de la dirección del Gobierno, organizaciones de masas y de dirección.
Para ser más explicito y poner uno de los múltiples ejemplos, no solo del caso en cuestión, sino de otros. El presidente de la Casa del Combatiente (CC), en su circunscripción era el Delegado y a la vez el representante a la Asamblea Nacional; por la CC le encomendaban otros cargos y debía asumir algunas exigencias en el municipio porque no contaban con personas, ni militancia para solventar las vacantes.
Muchos de estos casos eran y son conocidos por la población sanmiguelina, esta fue una época donde decidieron permitir que personas sin afiliación política favorable al Sistema, borrachos y hasta casos de cuidado, asumieran como delegados en poblados tales como, por mencionar alguno, San Francisco de Paula; alcohólicos, religiosos y otros, fueron elegidos sin celebrar asambleas y luego iban a la casa y les decían: -“tú eres el delegado”, -la persona quedaba sorprendida, -“ve hacerte las fotos temprano y prepara una autobiografía para que la entregues mañana en el CAM”; ¡pero eso es ya!”
Y así es, como esto ha ido funcionando.
“Al ciudadano le corresponde la función de evitar que el gobierno caiga en el error”
-Robert H. Jackson, Juez Adjunto de la corte Suprema de los EE.UU. American Communications Association vs. Douds, 1950.
Compartimos la esperanza de que dentro de medio siglo, cuando nuestros hijos y nietos miren hacia atrás a los esfuerzos de nuestros tiempos, digan que hemos actuado con decisión, que hemos combinado la compasión con la determinación, -que amamos la justicia-, que pasamos la prueba de la libertad y que les legamos un hemisferio rico en logros, y unido en la construcción de un futuro”—Madeleine Albright, Ex -Secretaria de Estado de los Estados Unidos.
Hay en el Polo Sur un monumento erigido en memoria del expedicionario Ingles Scott. En ese monumento se ha esculpido un verso de Lord Tennyson, que reza así:
“¡Luchar y Buscar, encontrar y no rendirse!” -la emancipación.
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Calle D # 9 Apto. # 2 e/ 1ª y 2ª Rpto. California. San Miguel del Padrón.
Ciudad La Habana. Cuba. Zona postal # 10. Código postal 11000.
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