martes, 8 de septiembre de 2009

Museo de La Memoria de Marinos Pescadores del Golfo.

“La Perspectiva Humana, en el Discernimiento Republicano”.

La Soberbia de este Emperador, - es destruir todo lo que pueda ser destruido, más incriminar a todo el que pueda ser incriminado, no importa que sus súbditos o vasallos destruyan un país o la convivencia de familias de marinos y pescadores: -esta es la historia de como Pánfilo, el marinero, -lo dejaron sin empleo y sin “memoria”. Homenaje a este señor y a muchos que como él -ya están muertos, -y otros desamparados, un crimen Institucionalizado. –“Gracias por existir”.
“Campeche”
Del distrito “Víbora”, a la Habana Vieja, uno llega en 45 minutos... -Si la ruta 15 no esta adelantada en la frecuencia de tiempo. Pero desde el muelle del Mariel hasta la zona de pesca en el banco de campeche, hay que navegar durante tres días. -Si están a bordo de uno de los barcos camaroneros de acero. Esa es una de las razones fundamentales por la que es preciso que realicen, campañas de 60 días: por la distancia que hay entre Cuba y el pesquero en esa parte del golfo.
El Banco toma su nombre de San francisco de Campeche, uno de los primeros puertos por donde los españoles empezaron a sacar las riquezas de México. Lo que provoco, -por cierto, que toda aquella región se convirtiera bien pronto en escenario de la piratería Inglesa, holandesa y francesa.
En esta zona abunda mucho el Penaeus duorarum o “camarón Acaramelado” de gran importancia comercial. Este crustáceo se comporta de un modo extravagante: sus migraciones son complejas e impredecibles, y además, durante el día suele enterrarse en el fango de los fondos marinos y no sale asta después que ha oscurecido completamente.
“El viaje”
Desde el punto de vista improductivo, los dos primeros días de travesía hasta Campeche trascurren sin penas ni glorias. -No hay mucho que hacer, -a bordo se duerme, se relatan historias, y se hacen chistes... Los pescadores, con su natural inclinación a exagerar un poquito las cosas, suelen recrearse con el recuerdo de sus “aventuras” durante los días que han permanecido en tierra, entre una campaña y otra. En alta mar, el poder de “evocación” de los marinos es algo muy serio. Y si no pruébenlo.
La presencia de tres periodistas a bordo de un camaronero fue acogida sin reserva. Y así, -el viaje en el F-14, uno de los congeladores de la “Flota Camaronera del Mariel”, se inicio con largas y frecuentes charlas, -las cuales, en gracia a las perturbadoras marejadas y al “norte” que acababa de romper, eran coronadas con “Ron Legendario” -para combatir un frió considerable, que nos perseguía desde el cabo de San Antonio.
De modo que nos fuimos conociendo mutuamente; y hablamos del camarón, como es natural, y de los lances de enero y febrero, que “siempre son flojos porque el bicho se pierde” –y de las metas, y de la vinculación del salario con la norma, y de las dificultades de lograr tripulaciones fijas para los barcos, y de la técnica de los japoneses, que “le saben un mundo a este negoció”. Y hablamos también de la vida, del matrimonio, de las mujeres –el eterno tema entre hombres solos-, de la amistad, de los principios... Se intercalaron tópicos como el karate, la televisión en colores, el libro El país de las sombras largas, la actual serie beisbolera y las guarachas de Los Latinos y de la Ritmo Oriental. Y el que más y el que menos relata alguna “bronca” que lo tenia como protagonista... y por vencedor, desde luego.
No se olvide que la Flota Camaronera del Mariel se nutrió, desde sus comienzos, con 400 jóvenes columnistas; Y que, -actualmente, un gran porcentaje de la fuerza laboral que trabaja en la mar esta compuesta por egresados de la escuela de pesca Victoria de Girón. Lo cual quiere decir que el espíritu imperante en esta unidad del “Instituto Nacional de la Pesca” es un espíritu dinámico, inquieto, vigoroso y divertido; pero también responsable, laborioso y competente. Y es en esta Armonía de conjunción, precisamente, donde radica tal vez el éxito de la Flota Camaronera del Mariel. Porque dentro del marco impetuoso que brinda, a cualquier empresa la participación de la juventud, se destaca una tónica organizativa consecuente con esas características. Y el resultado, por lo tanto es positivo.
“La Tripulación”
Tomemos ahora, por ejemplo, A los hombres del F-14. -Un día, antes de llegar a la zona, los tripulantes de la embarcación “se ponen para las cosas” y se comienzan a armar los chinchorros. El inconfundible olor del alquitrán se esparce por el barco. El Capitán, el piloto, el tecnólogo y los marineros; -empiezan sus respectivas faenas. Las Redes, enrolladas asta entonces, se extienden sobre la cubierta, y aparecen guardacabos, bureles, trallas, cadenas, grilletes... Fuertes olas de un azul intenso, regañan los costados de la embarcación y el agua entra sin miseria por las bocas de tormenta, enfriando los desnudos pies de los marinos. –se labora mañana y toda tarde. Cables y sogas se deslizan por tamboras y pastecas en un misterioso concierto que solo los pescadores de camarón son capaces de entender. Al cabo del día, la arboladura de la embarcación ofrece un aspecto de tramoya que es muy característico de este tipo de barco. Desde el Capitán Félix R. Sáez, de 26 años. Asta los dos alumnos de la escuela técnica de pesca Victoria de Girón que viajan abordo en periodo de práctica –14 tripulantes en total, no hay mas que una década de diferencia: el Indio tiene 26 años y Faife, como le llaman al estudiante Jorge Francisco –el tercer periodista, tiene 16 años. –“La edad promedio en el F-14 es, pues de 23 años”.
Esto confirma lo que decíamos más arriba. La Nave esta gobernada por un “Cienfueguero” que habla con sus maquinistas y con sus marineros en un mismo y singular lenguaje: “el lenguaje” de la juventud. Y se entienden perfectamente. Hay un momento para las bromas y un momento para el trabajo; hay ocasiones para reír y ocasiones para exigir el cumplimiento de las labores de la tripulación. Y así ocurrirá durante toda campaña..
Un capitán descalzo mientras navega, “el Indio” -está como el sol -sube y baja del puente de mando -habla por la radio fonia -agita a Víveres, el cocinero, para que tenga lista la comida de los tripulantes -Conversa sus criterios con su jefe de maquina, el inmenso Guantanamero Roberto Portuondo y demanda más actividad con un simple recordatorio, -“caballero no se duerman que estamos vinculados!”
Hemos visto a Gustavo Martines trepar por el tangón y quedar suspendido sobre el mar, a diez metros del costado del barco, moviéndose con tanta seguridad como si pasease por la Rampa-ave. 23. Y luego hemos sabido que Gustavo, con sus 22 años, su fuerte musculatura y su voz ronca y un tanto brusca, fue elegido como “el mejor tecnólogo” de la Flota Camaronera del Mariel, en 1974, por la calidad del camarón procesado por él -en ese Año.
Hemos visto a José Aldana, el segundo Maquinista, serio y preocupado -cuando se tupieron las bombas de achique, y en ese momento no podíamos imaginarnos que fuese un excelente tocador de tumbadora en su nativo Mayarí Arriba.
Hemos sostenidos espesas muelas-conversación con Portuondo, hemos bromeado con Gordin, con Macías, con Leyva -el joven del espeldrün, con Paniagua y con Quintín.
.Hemos conocido al inefable y trabajador Ofarril –“sée.. sée.. asere”, y hemos escuchado, hasta contagiarnos, los frecuentes epítetos, saludos e interjecciones que Armando, el Jabao Grande, suele condensar en una sola palabra, pronunciada con toda la fuerza de un Santiaguero: “Hierro!”
Hemos visto a los estudiantes, Pedro Pablo Apaceiro y el flaco Jorge Francisco, hacer sus primeras e insegura armas como marinero de Cubierta.
Y hemos aprendido con el “Indio” como se cala un chinchorro doble, como se dirige la operación de leva en las frías madrugada de Campeche, como se coordina el trabajo de un Congelador y de los neveros que integran la Flotilla que él dirige, como se “peinan” las cuadrículas cuando se busca camarón de talla, como se fija el Rumbo durante las noches despejadas,..
“Los Portuarios”
Puesto en la disyuntiva de escribir acerca de esta unidad del Instituto Nacional de la Pesca y de los 1364 hombres y mujeres que la integran, resulta difícil para uno sustraerse a la tentación de emplear un tono próximo a lo apologético. Porque después de visitar el aria de la Flota Camaronera del Mariel, de hablar con sus dirigentes, de recorrer sus muelles, talleres y varaderos, de entrar y salir en las dependencias administrativas y de servicios, y de navegar luego por un tiempo a bordo de un Barco Camaronero por el Banco de Campeche, a 600 millas de distancia del Mariel, un periodista termina por rendirse, francamente admirado, ante la evidencia de una organización precisa, eficiente y productiva. Añádase a ello el “capital humana”, camaderil y responsable, -al mismo tiempo de los que pescan en las aguas del Golfo, gente joven y bragada. Que ofrecen sus brazos y su esfuerzo constante en una acción envidiable -que los libera completamente de la rutina de muchos empleos burocráticos o sedentarios, y se estará dé acuerdo con nosotros de que estos muchachos si son personas de Respeto,...
.Hay en el Polo Sur un monumento erigido en memoria del expedicionario Ingles Scott. En ese monumento se ha esculpido un verso de Lord Tennyson, que reza así: “¡Luchar y Buscar, encontrar y no rendirse!” -la justicia.

Regla, Ultramarino Pueblo de Pescadores.
Con domicilio legal en Regla, “La Flota del Golfo”, es una escuela magnifica de pescadores donde el trabajo duro y excitante del sedal van de la mano con los azares del marinero de altura. Pero más allá del anzuelo, del palangre tenso en medio del océano, de las emociones en la pesca directa, están los hombres que complementan el quehacer de una campaña pesquera. De la misma manera que en el mar no hay pesca si no hay Barco, aquí tampoco habrá pescadores sin el Cocinero, el Maquinista, el Nevera, el Patrón o el jefe de Flotilla.-Ellos también son pescadores de toda ley.-Oír hablar a estos “Señores del Golfo” es saber de la importancia de su trabajo especifico; es ver como viven, luchan y han estado inmersos en nuestro acontecer Social. –Ellos han sido jóvenes y adultos, hombres sencillos y héroes, aprendices y maestros. Han avanzado, en fin, hasta ser los pilares de un destino.
“CHEO”, ese joven veterano del mar.
La “Flotilla de Cheo,”como todos llaman a ese Grupo de tres Barcos y 54 hombres que dirige José Antonio Castilla, es una de las escuadras más productiva de la Flota del Golfo. Y seria interesante saber como se las ingenian. Párese ser, que uno de los factores determinantes es la Unidad, y la compenetración que existe entre ellos. Pues en el mar una tripulación ha de ser una gran familia para que todo marche bien. Entonces viene a cuento –eso que se comenta, que Cheo, capitán de solo 37 años, -es como un Padre, para la mayoría de los pescadores que comanda. –con una edad promedio entre los 20 años abordo, casi todos los miembros de esta Flotilla han crecido al lado de su jefe, que por otra parte, es uno de los miembros fundadores de esta Flota, con más de 15 años de intenso trabajo en sus naves: veamos que nos dice el propio castilla..
-“Cheo”, ¿podrías hacernos un rápido recuento de tu trayectoria como hombre dedicado al mar y a la pesca?
-comencé a pescar de “niño”. Fue con mi hermano mayor, cuando vinimos con el viejo de Remedios para la Habana, con quien comencé en los Barcos. -Antes había hecho de todo: vendía periódicos, etc. A bordo primero fui mozo, fregando platos desde Yucatán a la florida; después pase ha trabajar de nevero. Era esa época de los Particulares. - ¿Y más adelante? - Con la transición Gubernamental, comenzamos a congregar lo que seria la actual Flota del Golfo. Aquí tuve la oportunidad de hacerme Patrón y luego Jefe de Flotilla..
Solicitar a “Cheo” que nos cuente algo definitivamente acerca de su vida pasada y que, además, tenga que ver con su presente, no es reclamarle un esfuerzo adicional. Para un pescador, hombre sencillo y cotidiano que mide los años en campañas pesqueras, los acontecimientos adquieren una dimensión extraordinaria y, a la vez temporal.
De cierta forma, el pasado y el presente, aunque bien diferenciados, están al mismo nivel de su conciencia. Otros hombres pueden mirar a atrás y ver solo años o vagos recuerdos. El pescador se mira a sí mismo moviéndose en los hitos de las historias. De este modo, los sucesos no se hacen viejos nunca; fueron, -pero están ahí. El tiempo es solo un surco en la cara, o el sol en la espalda. Y en el caso del relato que vamos a escuchar, estuvo en juego otra cosa definitiva. El honor del pescador, -el cual esta indisolublemente ligado a la cantidad de peces que este hombre con voz soberbia, se ha propuesto capturar...
“Juancito, el mago de las Ollas”
Juan Arozena – Juancito para sus compañeros, a dedicado exactamente la mita de su corta vida de 30 años a trabajar en la flota del golfo. Y a pesar de haber desempeñado en los barcos labores tales como las de marinero de cubierta, encarnador y maquinista, es en la cocina donde a encontrado su verdadera afición. Hace apenas 5 años que juancito paso un curso de culinario, y -ya es reconocido, como uno de los mejores cocinero de dicha empresa.
Sumamente satisfecho con su trabajo actual, este joven entusiasta de la buena mesa no deja de reconoce, sin embargo, que su más extraordinaria experiencia fue la resiente misión internacionalista que cumplió en Angola, también como cocinero.
Pero juancito ya esta de nuevo abordo de los Lambda. Y aquí en las aguas azules del golfo de México, entran las explicaciones, de como se asegura las cacerolas durante la marejada y de que manera se las ingenia él, con el arroz precocido,- después que un bandazo, que nos ha botado todo el agua, -nos enteramos también, de los secretos de este puesto de trabajo: “el cocinero en un barco-afirma Juan Arozena –es importantísimo. Multiplica la fuerza de trabajo de los tripulantes. Los mantiene contentos-y se reconoce como una labor que requiere gran dedicación.-hay que variarles constantemente el menú; que vean en ti el interés de hacerlo lo mejor posible, -porque, en general, los marineros no te protestan por los abastecimientos, sino la elaboración y el balance de esto. Por ejemplo, el mismo pescado es un plato que se puede hacer de mil maneras distintas. El dilema está, en que no dejen en la mesa los productos que confeccionaste. Además, hay que ser limpio a toda costa, ya que la higiene en las comidas es cuestión de primer orden.
El cocinero -concluye Juancito, es un hombre clave en los barcos. Es un punto focal todo el tiempo –tiene el poder de poner a la gente contenta o no, porque con un cocinero malo a bordo los hombres se disgustan irremediablemente. Y en lo que a mí respecta, son los catadores infalibles que se encargan de medirme el resultado del trabajo, -el cual debe servirles también a otros compañeros de mi profesión, -y me refiero a la opinión, cuando me reclaman en la lista de tripulantes.”-Para acompañarlos en la campaña de pesca.
Aviles, el Pescador Maquinista
¿Quién puede discutir que la mecánica no es una de esas pasiones humanas que absorben tanto,- como él más interesante de los entretenimientos? Para muchos, sumergirse en ese mundo de las piezas y las llaves, los acoples y las conexiones, es aceptar un reto de habilidad, como probarse en la solución de un rompecabezas concebido para adultos,- y el resultado final no va ser solo el mero acierto, sino también la utilidad.
Solamente por eso, “Pedro Avilés”, uno de los mas avezado Maquinistas de la “Flota del Golfo”, podría considerarse a sí mismo como un hombre realizado en su vocación. Sin embargo este mecánico, de alta mar va mas allá en sus amores profesionales. Su trabajo especifico, le permite alternar con otro oficio para él, igual de sugestivo y que le hace sentirse definitivamente satisfecho: el de pescador.
“Yo puedo estar en el cuarto de maquina,-nos explica Avilés,-enfrascado en mi labor respectiva, como en las tantas veces que he empatado el día con la noche reparando mi Barco o de otros compañeros; Pero lo mío es la pesca. “¡Es grande la ansiedad que me produce los logros o los desaciertos de mi Barco!”
Cualquier rotura mecánica no es gran problema para este mecánico-pescador. Sus camaradas de a bordo bien lo saben. Porque, además de ser uno de los maquinistas más tenaces de la empresa, Pedro Avilés cuenta ya con 15 años en la especialidad, lo cual hace que su palabra adquiera fuerza de ley en la materia; se trata de un trabajo duro. Un maquinista de nuestra flota tiene también que ser electricista, plomero, etc. Debe conocer de todo lo que tenga que ver con el estado técnico optimo de los equipos de la nave. Tanto el rendimiento de la campaña de la pesca como, en ultima instancia la propia seguridad de los tripulantes, depende de ello. Tenemos, -es cierto, que un barco-taller en la zona, pero no siempre hay todas las condiciones para enfrentar los problemas. Entonces tiene uno que arreglárselas. Yo, al menos asta ahora, he salido bien y nunca he tenido que irme a remolque asta la Habana.
Almenares: con la responsabilidad en las Manos
Un marinero sin Barco podría ser la cosa más triste del mundo. Pero “Oscar Almenares” esta contento, sumamente contento, sin su barco.-La primera nave que había tenido fue aquel pequeño bote con el que, siendo aún un “niño”, se ganaba la vida cargando pasaje desde “Cayo Mambí al Canal”, en “Saqua de Tánamo”. Después había obtenido la beca en la “escuela de pescadores” de playa Girón, de la que había egresado como marinero de cubierta. Mas adelante vino el “Instituto de Pesca Andrés Gonzáles Lines”, que lo Graduó de Patrón de altura. Y ya hacia, 14 de años, que andaba a bordo de los barcos de la “Flota del Golfo”.
En total, 20 de sus 29 años en barco, -como piso de residencia. Y ahora Almenares estaba alegre porque se le habían agregado dos nuevas responsabilidades, las cuales sumaban “tres barcos” en vez de uno.
-Si, -nos argumenta Oscar, - que ésta se ha convertido en una campaña extraordinaria para mí. He tenido la oportunidad de salir al mando de toda una “Flotilla de Pesca”, lo que constituye un paso muy importante en mi profesión.
-¿Porque tres barcos, Almenares? ..
- Antiguamente las embarcaciones trabajaban solas. Luego se comprendió la ventaja de operar en equipo, pues así se le saca mas provecho a los pesqueros, y se coordina mejor el trabajo. En nuestro caso, tres embarcaciones es la cifra que garantiza una mayor movilidad y una optima explotación de las zonas de pesca.
-¿Y para qué un Jefe y, Además, sin Barco?
- Una Flotilla sin Responsable, lógicamente seria un caos. Debe haber alguien que, por su experiencia, sepa de los mejores fondos, de un puerto seguro cuando haya mal tiempo, de la cálida de la captura y esté al tanto de las operaciones de la escuadra en su conjunto. Y éstas son muchas responsabilidades para alternar, además, con el mando de una nave especifica. Por eso, el jefe de la Flotilla a de estar, de cierta forma, en los tres barcos al mismo tiempo..
Almenares estaba contento. Muy contento también porque el día antes, de esta conversación, su Flotilla había cumplido con cuatro días de antelación, su plan para la campaña.
.Durante el pasado mes de abril, La Flota del Golfo mantuvo su plan de producción al 150 % de cumplimiento, lo que le augura un año exitoso de pesca.
En estos logros se destacan prácticamente todas las Flotillas y embarcaciones de dicha empresa, ocupando los primeros lugares el Lambda 109, que en dicha fecha acumulaba el 294 % de cumplimiento de su plan, y los Lambda 102 y 23, que a su vez tenían el 242 y el 236 %, respectivamente. Y precisamente en ese mes de abril, que serraba el “primer cuatrimestre de 1980”a la Flota del Golfo solo le restaban 400 toneladas para cumplir el plan de producción a ella asignado para el primer semestre del presente Año.

“En Cojimar...”
Los primeros viajes de “Ernest Heminguey” a la Habana, los realizo en barco desde “Cayo Hueso”, a finales de la década del 20. Es esta su primera visión del mar en aguas Cubanas. En el libro de Mary Cruz, que versa sobre la estancia del famoso escritor en Cuba. Plantea que el mundo humilde de nuestros pescadores le sirvió para conocer al pueblo de Cojimar. Pero definitivamente es la pesca quien lo vincula a este País.
Este explorador del siglo xx estaba convencido de que “el Golf Stream o Corriente del Golfo, y las otras corrientes oceánicas, son los últimos parajes del globo que pueden considerarse como cotos no descubiertos” Y fue esta certidumbre, sin dudas, lo que lo hizo recalar a las costas de Cuba.
Los viajes aéreos entre Cayo Hueso y La Habana comenzaron históricamente en 1920 con el primer vuelo comercial Internacional de Estados Unidos, y terminaron de manera abrupta en 1959
Con la transición violenta que tomo’el poder.

Cincuenta años después, el director del Aeropuerto Internacional de Cayo Hueso. “Peter Horton”, opina que el restablecimiento de la popular ruta “Se debía haber hecho hace mucho tiempo”.
La idea de Solicitar la condición de Puerto de Entrada desde Cuba fue de “Michael Browning”, líder del Comité sobre Cuba de la Cámara de Comercio de Cayo Hueso.
Peter Horton dijo, que en caso que el mercado de Cuba se abra espera que Miami y otras grandes ciudades se mantengan como los centros principales de intercambio. Pero agrego’ que cree que el Aeropuerto de cayo Hueso, que ahora presta servicios a unos 453,000 pasajeros al año, serviría de punto de partida y llegada de turistas hacia y desde Cuba, Así como un verdadero motor de actividades de la Aviación privada.
“Creo que veríamos muchas Avionetas (hacer el viaje)”, dijo. “Hay una enorme diferencia entre un
Vuelo de 90 millas y uno de 200 o 300, agrego’. “elnuevoHerald”.
Las negociaciones sobre el servicio directo de correo y la inmigración no indican que se acerque el fin de décadas de hostilidad entre los dos países.
Durante mucho tiempo, el gobierno cubano a entorpecido las negociaciones sobre el tema, argumentando la posibilidad de que grupos exiliados radicales puedan enviar bombas.
También ha insistido en que el servicio de correo sea una parte importante de normalización del trafico comercial aéreo, algo a lo que Washington se ha opuesto debido al embargo comercial. Entre los dos países, donde solo hay vuelos fletados
“El correo no llega por arte de magia,” dijo Vázquez Portal-escritor Cubano. “Llega en aviones y Barcos, y la llegada del correo en mas aviones y Barcos. -Significa algo, de modo que este paso tiene una intención comercial, y política muy importante. Y solo es la punta del iceberg. “elnuevoHerald”.

Brook, EL Machetero –Pescador de Atún...
El verde Mar de Esmeralda risa sus pliegues ante la mañanera fresca brisa. Es éste un mar distinto, donde las Olas de caña dulce están salpicadas de sudor y donde el rojo salitre de la fecunda tierra se adhiere a cada palmo – al descubierto o no- de la epidermis. Suda la camisa y vuelve a sudar, pero el hombre no repara en ello. Lleva algo más de dos horas y ya tiene una norma en el suelo. Pero él lo desconoce, porque no hay tiempo para mirar atrás y mucho menos para hacer calculo. Al fondo esta, las cuatro torres del colosal Brasil, que dibujan las caprichosas nubes de color ceniza.

El Mar Azul de Annobon pica y repica las bandas del barco de este medio día. Hay un viento que echa al vuelo las gorras y siembra motas de algodón en el marino lar. El balcón de los vigías es batido, por fuertes rachas. Arden los ojos de tanto aire y salitre. Sin embargo, los vigías no cesan de escudriñar a barlovento con sus anteojos de gran potencia. Una mancha de pájaros es avizorada y se ordena enrumbar hacia ella. Hay tiempo entonces, para echar un cigarrillo o recordar las cartas recibidas en la ultima enviada
Tras de sí, el cerquero “Jagua” abre un surco en el océano y, a 12 nudos, se lanza sobre los escurridizos y oscuro lomos de los atunes..

Unos meses mas tarde su nombre aparecería en los periódicos Bayardo y Adelante. Y, en rápido transito, en los diarios y revistas nacionales. Pero en este atardecer Camagüeyano, a finales del 69, -el Aun es un columnista más del Centenario. Sube al Robur que lo conducirá a la 5ta. Agrupación de la CJC ( Brasil), en la región de Esmeralda, y durante el trayecto sus ojos se llenan de nuevos horizontes.
Primero llamo la atención del Jefe de lote, avezado guajiro de 30 zafras. Lo comento con el Jefe de Pelotón, y este con el Jefe de compañía. Y ante cada pregunta él sonreía y decía: “no sé”. Pero cuando pico más de 400 arrobas de caña verde para la grúa, el Jefe de lote informa al de Batallón y el asunto quedo decidido.

El Capitán del Jagua dijo así: “Este Muchacho huele la pesca...” Al principio parecía casualidad. O buena suerte, -su pariente cercano. Luego se supo que el - era de visión 20-20 o 200-200, ¡valla usted a saber! Cada vez que decía: “Capitán, allá alantico hay una ceguera”; o “Mancha de pájaros por la amura de babor”, iba al seguro: bajo esta serguera o la mancha de pájaros había atunes y bonitos.
Llego a los barcos como al cañaveral: sin experiencia previa. Y fue eficiente halando branes desde la banda del atunero Sierra, como lo había sido batiendo cañaverales en Camaguey. Esto ocurrió a finales del 1973. El mar se cebo en él, los primeros días de navegación. Y aunque no había leído a suvorov y desconocía ese axioma del genial mariscal que reza: “Las balas temen a los valientes”, sustituyo las balas por el mar y se hizo pescador.

La Brigada se nombraba “Ignacio Agramonte”, solo tienen acceso los columnistas de mil pa* arriba. Y como el héroe del rubicón, “llego vio y venció.”
Pico Junto a jóvenes como el que también, empezaban a labrarse un nombre mocha en mano: Juan Torreblanca, Antonio Lemes, Leonardo Mendosa (Mochita) y una etcétera del tamaño de un surco. Fue vi millonario en la Zafra del 70. En el 71, 72 y 73, héroe nacional del trabajo. En 1975, el Sindicato de la Pesca lo invito a sumarse a la brigada Antonio Maceo, destacada en el Central Pablo Noriega. Se Gano el sobre nombre de “combinada” entre sus compañeros, y aunque no pudo emplearse a fondo porque “el Central se atiborraba de caña a cada rato y los mandaban a parar “, echo a tierra 139 000 arrobas.
..
Un día de agosto de 1976 se enrolo en el cerguero “Jagua”... Muy pronto sus dotes de trabajador le ganaron el respeto y el cariño de sus compañeros. Domino el cerco con la misma facilidad con que había dominado el palangre. Le dieron unos binoculares y le dijeron: “Busca Pejes.” Después le enseñaron a trabajar el winche, a disparar la panga, a levar y adujar la red de 1 100 metros de longitud.

Angel Brook Castillo. La blanca dentadura ilumina su estampa afrocubana. Nadie puede imaginarse la resistencia y la fuerza que habitan en sus 5,5 pies de estatura. Aunque esta habituado a las entrevistas, su natural modestia obliga al periodista a emplearse a fondo. Así, sin prisa, reconstruimos su historia con paciencia de ajedrecista. Pero, en un momento dado; su palabra fluye ininterrumpidamente y me habla de su familia, de sus intereses en la vida,..
“Soy guantanamero. Toda mi familia vive en el campo y, cuando estoy de vacaciones, me paso 15 o 20 días entre ellos, ayudándolos a sembrar, a recoger; en fin en todo lo que se presente. Porque no concibo ir al campo y sentarme en el portal a coger fresco; -creo que eso nada mas lo hacen, las personas que están malas de salud. También me gusta el cine y el baile. Buena, en eso es mi esposa no se queda atrás. Somos tremendos bailadores, sobre todo en Son, bolero y cha-cha-cha.”
Brook calla un instante. Observa un manojo de “cartas” que reposa sobre un minúsculo estante. Entonces me dice: “¡si usted supiera los deseos que tengo de conocer a la niña! Vaya me conformo con una foto de las chiquitas... ¿Verdad que es algo muy grande ser padre?”. Ahora el que calla soy yo, pues el recuerdo de la mía se interpone. Poco después proseguimos...
Por el momento tengo dos aspiraciones: la primera es desarrollarme técnicamente en este tipo de pesca y poder así convertirme en maestro redero o en contramaestre; y la segunda es, en cuanto exista la posibilidad, de integrarme a una micro-brigada social de nuestro sector, pues vivo agregado y los hijos comienzan a llegar...”
Letran, joven y a la vez veterano marino de la “Jagua”, viene en busca de Brook para realizar un trabajo. Este se pone en pie, y, con un “luego nos vemos”, sigue a su compañero. Hojeo mi libreta de notas y admito que esta incompleta. Por fortuna, creo que lo que me sobra es tiempo, para narrar la historia de Ángel Brook Castillo, machetero-pescador de 27 años de edad, tres veces Héroe Nacional del Trabajo y prestigioso tripulante de la “Flota Atunera de Cuba.”

“ Museo de la memoria”
“Compartimos la esperanza de que dentro de medio siglo, cuando nuestros hijos y nietos miren hacia atrás a los esfuerzos de nuestros tiempos, digan que hemos actuado con decisión, que hemos combinado la compasión con la determinación, -que amámos la justicia-, que pasamos la prueba de la libertad y que les legamos un hemisferio rico en logros, y unido en la construcción de un futuro”—Madeleine Albright, Secretaria de Estado de los Estados Unidos.

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