martes, 5 de octubre de 2010

¿Educación gratuita en Cuba?

CARTAS Y COLUMNAS DE OPINION
Material Editado.
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La soledad “elegida o impuesta”, puede herir al ser humano, perturbando su paz “espiritual” y su cuerpo. No es de extrañar que cuando el hombre se dispuso a explorar el cosmos hace unas décadas con su primera visita a la luna, se tuvieron en cuenta la capacidad de los aspirantes para soportar la soledad. Los candidatos fueron sometidos a una soledad experimental, a un aislamiento libre de toda “comunicación” censo-perceptiva. El resultado fue que, a los tres o cuatro días, empezaron a sufrir alusinasiones. La ausencia de contacto con alguien o algo resultaba insufrible. Al fin y al cabo, el hombre es un animal gregario; puede que le guste paciar a solas, pero odia quedarse solo en sus “opiniones”, según reza un anónimo del siglo xvII
Franklin Roosevelt se baso en estas Ideas cuando pronuncio el discurso de las Cuatro Libertades, en 1941. En aquel tiempo, los estadounidenses se enfrentaban a una diversidad de crisis y a una crisis de confianza. Pero la visión de un mundo en el que la gente disfrutara de la libertad de expresión, la libertad de culto, la libertad de hacer lo que se desee y la libertad de vivir sin miedo trascienden a los problemas de aquel momento. Años después, una de mis heroínas, Eleanor Rooesvelt trabajo para que estos principios se adoptaran como piedra angular de la declaración universal de Los Derechos Humanos. Han proporcionado las pautas para todas las generaciones posteriores, guiándonos, estimulándonos, y capacitándonos para avanzar frente a la incertidumbre. Opinión expresada por la Secretaria de Estado Hilary Rodham Clinton, el 21 de enero de 2010, en el Museo de la información Newseum en Washington, D. C.:

Pero, a fin de cuentas, esta cuestión no tiene que ver solamente con la libertad de información. Tiene que ver con el tipo de mundo que deseamos tener y con el tipo de mundo en que viviremos. Tiene que ver con si viviremos en un planeta con una Internet, una comunidad mundial y un conjunto común de “conocimientos” que nos beneficie y una a todos, o en un planeta fragmentado en el que el acceso a la información y oportunidades depende de dónde se vive y del capricho de los sensores. Es por esto que anuncio hoy que en el curso del año próximo trabajaremos con nuestros asociados de la industria, el mundo académico y las organizaciones no gubernamentales para establecer un esfuerzo “permanente” que utilice el poder de las tecnologías de conexión y las apliquen a nuestras metas diplomáticas. Opinión expresada por la Secretaria de Estado Hilary Rodham Clinton, el 21 de enero de 2010, en el Museo de la información Newseum en Washington, D. C.:
Hoy sería imposible cuantificar cuántos alumnos “pagaron” sus estudios fingiendo a todo lo largo de su vida de estudiantes
Una niña va a la escuela primaria en Cuba en su primer día de clases.
Constantemente escuchamos, tanto a los que disienten de la dictadura cubana como a aquellos que son partidarios de ésta, expresar que un logro incuestionable del régimen castrista es la educación gratuita para todos.
Pensemos. ¿Gratuita? ¿Para todos?
¿Es gratuito lo que se da a cambio de la total incondicionalidad de parte quien recibe para quien lo otorga? ¿Se le puede llamar gratuidad a algo que esté condicionado a un fiel comportamiento del “beneficiado”? ¿No pagan, y por cierto de manera servil, los niños que desde que ingresan en el preescolar, a los cinco años de edad, tienen que repetir en la actividad matutina diaria la frase “¡Seremos como el Che!”? ¿No tienen que asumir estos niños a lo largo de sus estudios primarios esta especie de juramento en todo tipo de actividad patriótica a la que asistan? —siempre bajo coerción. ¿Pueden los niños cambiar lo anterior por un juramento propio y exteriorizar que serán como sus padres o como Miguel de Cervantes, digamos? Asimismo, desde el nivel referido los escolares deben ingresar en la Unión de Pioneros de Cuba, tomar para sí la máxima de “Pioneros por el Comunismo” y colgarse al cuello de la camisa de uniforme la pañoleta que los identifica como tales. A lo largo de su permanencia en la escuela primaria, tendrán que asistir a innumerables actividades políticas de adoctrinamiento establecidas en los programas de estudio. Les guste o no a los niños, tienen que asistir; les guste o no a los padres, sus hijos tienen que asistir, so pena de que el expediente académico del alumno quede “manchado” desde la infancia.
-Pero no solo en el miedo o la vergüenza podemos encontrar el origen de los puntos ciegos, sino que estos pueden ser inducidos, por ejemplo, a partir de la propaganda, cuando, como venimos diciendo, para conseguir que un hombre dispare sobre otro, se le convence de que vea cucaracha en lugar de un joven tan asustado como el.
A los doce años de edad, cuando ingresan en la Escuela Secundaria Básica, los estudiantes están obligados a cumplir, una vez al año, con el internamiento en la llamada Escuela al Campo, durante 45 días. Estas escuelas, que no son escuelas puesto que allí no se imparten clases, tienen la finalidad de que los alumnos trabajen durante el lapso dicho en actividades agrícolas, en parajes apartados, conviviendo, niñas y niños, en barracas que no cumplen las más elementales normas de privacidad y no cuentan con los elementos necesarios para la vida cotidiana. Los padres pueden visitarlos los domingos, tanto para verlos como para llevarles suministros. Debe agregarse a la “gratuidad” de la educación el esfuerzo de los padres, un domingo, para remontarse hasta parajes remotos en un país donde la escasez de transporte es proverbial; en su mayoría viajan en camiones de carga adaptados. Los alumnos que no cumplan con este requisito no podrán continuar sus estudios; salvo los que
están incapacitados físicamente, y lo certifiquen muy bien.

Para comenzar, considero que todos los países, tanto fuertes como débiles, deben cumplir con estándares que rigen el uso de la “fuerza”. Yo, como cualquier jefe de Estado, me reservo el derecho de actuar unilateralmente si es necesario para defender mi país. No obstante, estoy convencido de que cumplir con estándares, estándares Internacionales, fortalece a quienes lo hacen y aísla –y debilita--a quienes no. --Barak Obama, presidente de los Estados Unidos.

En días pasados la dictadura dio a conocer que por falta de recursos —no de deseos— no podría seguir manteniendo las llamadas Escuelas en el Campo. Hasta hoy, los estudiantes que quisieran cursar de manera regular el preuniversitario tenían que confinarse en el Preuniversitario en el Campo, no había otra opción. Como lo dice su nombre, estas instalaciones se hallan alejadas de las ciudades, no pocas carentes de las condiciones materiales mínimas para resistir tres años de brega, delimitadas por cercas de alambres y bajo un régimen casi militar. En la mañana los alumnos recibían las clases y en la tarde trabajaban en los sembradíos hasta cumplir la norma establecida. Los padres podían visitarlos una vez a la semana y llevarles alimentos. Los estudiantes, en dependencia de la lejanía que existiese entre su Pre y su casa, recibían “pase” semanalmente desde el viernes por la noche hasta el domingo por la tarde, o cada dos viernes. De los 15 a 18 años de edad, en plena adolescencia, cuando sin duda más cerca deben estar los padres de sus hijos, cuando los valores formativos de la familia son más decisivos que nunca para éstos, quedaban separados. Varones y hembras en una promiscuidad impuesta, justamente en esas edades en que varones y hembras guardarían más distancia en caso de que estuvieran en la “calle” realizando una vida normal. Lógicamente, enjaulados en sitios así y sin otra cosa que hacer que las antes mencionadas, en ese período vital en que los instintos carnales afloran con suma fuerza, pues no nos sorprendían las lamentables anécdotas que de vez en cuando llegaban desde uno u otro de estos Preuniversitarios en el Campo.
Desde los inicios de la revolución castrista la opción por una carrera universitaria no ha sido libérrima. Sin un buen expediente de “revolucionario” no era posible matricular en periodismo, filosofía, relaciones exteriores y otras de suma “sensibilidad” para el futuro del socialismo. Desde aquellos inicios existe el lema de la “universidad es para los revolucionarios” (y para quienes finjan serlo, se podría agregar). Aunque, en verdad, no todos los que llenaban las aulas universitarias cumplían con el registro total de “revolucionarios”: podía hallarse a una joven estudiando agronomía porque sus creencias religiosas no “aplicaban” para estudiar Licenciatura en Letras, por ejemplo; pero algo es algo, dirían.
El remolcador se hundió a 7 millas de la costa habanera, rumbo a Estados Unidos. Los sobrevivientes aseguran que fueron atacados por tres embarcaciones de la Empresa Estatal de Servicios Marítimos (EESM), los llamados Polargos, que maniobraron para hundir la nave sin dejar huellas ni testigos.
Quedando constancia que los Certificados para operar estas embarcaciones fueron avalados por una institución militar: la Academia naval del Mariel, -donde la hegemonía Militar de esta, dejo sin efectos los recibidos y valorados por el ministerio de Educación, en la otrora escuela técnica de Pesca Victoria de Girón.
De la que egresaron desde sus inicios, en 15 años de trayectoria, -el tradicional centro docente graduó-, entre otras especialidades, a 997 patrones de altura y 1438 motoristas de primera, para conformar una cifra total de 4 981 egresados.

Cifra de egresados: que no fue Reconocida por la Academia Naval. -esta institución pirata, en 50 años de monopolio-, dejo sin efecto el escudo y la Bandera de la Republica de Cuba, que reconoce a esta fuerza laboral como una demanda mas de empleo para la nación. Dejando entrever una crisis de Institucionalización…ver Pánfilo y el poeta de la guerra Bonifacio Virgen.
No sumarse a las actividades revolucionarias convocadas por las autoridades universitarias, significa graduarse con un expediente deficiente que será determinante para la futura ubicación laboral. Del mismo modo que no integrarse al trabajo “productivo” en el campo en el verano, luego de renunciar a un mes de vacaciones.

Desde la década de 1960 comenzó el plan nacional de becarios. Los centros de enseñanza se hallan en determinadas ciudades o áreas rurales hacia adonde acuden estudiantes de una y otra provincia. Esta es la única oportunidad para llevar a cabo los estudios que cada cual desea o para el cual ha sido aceptado. Con la fundación de este sistema comenzó en Cuba la separación de la familia y el libertinaje masivo. En todas las escuelas de becados hay que cumplir con una disciplina “revolucionaria” obligatoria y acatar o al menos mostrar acuerdo con la “ideología socialista”; de lo contrario el alumno está en problemas que pueden ocasionar su expulsión.
Estamos aquí ante una operación que conduce al autoengaño y que afecta, de forma deliberada o inconciente, a todas las instituciones, especialmente a la “escuela” ya que, conjuntamente con la familia, es en ella donde se conforma el imaginario social. Por tanto, constituye el ámbito privilegiado de actuación de la propaganda y no solo en el marco de los sistemas totalitario. Como dice Ignacio Gómez de Liaño en la Mentira Social (1989), todo estado, democrático o no, es una máquina de fabricar ciudadanos, y para ello hay que educarlo en los valores sustentados por el sistema. Por otra parte no se puede ignorar que todos los dictadores se han valido de la “escuela” como instrumento básico de propaganda orientada a la creación o modificación del imaginario Social.
Hoy sería imposible cuantificar cuántos alumnos fueron expulsados del nivel superior debido a una de las “deficiencias” dichas. Cuántos, de este nivel y del preuniversitario, desertaron al no poder resistir la lejanía de su familia y la promiscuidad y, más que todo, las reglas socialistas impuestas. Cuántos vieron tronchadas sus aspiraciones, su vida en fin, porque debieron profesionalizarse en materias que no representaban su vocación. Cuántos “pagaron” sus estudios fingiendo o mintiendo a todo lo largo de su vida de estudiantes para, de este modo, graduarse en la actividad que deseaban.
Reiteramos: ¿es gratuito un intercambio que tiene como base el sometimiento de una de las partes? ¿Ha costado poco a la sociedad cubana la inoculación, desde la infancia, de la doble moral?

¿Es Perjudicial el proselitismo?
Pudiera serlo. -Según Jesús, el de los escribas y fariseos era dañino para sus conversos (Mateo 23:15). De lo que no cabe duda es que la “conversión por la fuerza” no es un proceder correcto. Veamos, -según el historiador Josefo, cuando el Macabeo “Juan Hircano” sometió a los idumeos- y “les permitió” que se quedaran en su país, con tal que se circuncidaran y observaran las leyes de los judíos. Es decir, si los idumeos querían vivir bajo la gobernación Judía, tenían que practicar la religión de los Judío. La historia revela que en el siglo vIII de nuestra era, Carlomagno conquisto a los sajones paganos del norte de Europa y los forzó con brutalidad a convertirse.
El Mal se nutre de la censura y la ignorancia.,
La experiencia del apóstol Pablo destaca una segunda razón por la cual la gente comete actos viles. Al momento de su muerte, él se había ganado la reputación de ser un hombre amable y cariñoso, que se entrego al servicio de sus hermanos de la “Fe” (1 Tesalonicenses 2:7-9). Pero de mas Joven, cuando se le conocía por el nombre de Saulo, “respiraba amenaza y asesinato” contra esa misma comunidad (Hechos 9:1, 2). ¿Por qué aprobó las vilezas que se cometían contra los primeros cristianos y participó en ella? “Porque era ignorante”, responde el mismo (1Timote 1:13). En efecto, Pablo tenia en aquel entonces “Celos por Dios; mas no conforme a conocimiento exacto” (Romanos 10:2).
Al igual que Pablo, mucha gente sincera ha hecho cosas malas por no tener un conocimiento exacto del discernimiento humano en la tolerancia global. Por ejemplo, Jesús advirtió a sus seguidores: Viene la hora en que todos el que los mate se imaginará que ha rendido servicio sagrado ha Dios” (Juan 16:2).
Hay en el Polo Sur un monumento erigido en memoria del expedicionario Ingles Scott. En ese monumento se ha esculpido un verso de Lord Tennyson, que reza así: “¡Luchar y Buscar, encontrar y no rendirse!” -la opinión.
“Al ciudadano le corresponde la función de evitar que el gobierno caiga en el error”-Robert H. Jackson, Juez Adjunto de la corte Suprema de los EE.UU. American Communications Association vs. Douds, 1950.

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